FORTALECIMIENTO DE LA IDENTIDAD CULTURAL LOCAL
En Europa,
desde finales del siglo XIX, la cultura se ha convertido en una industria sin
límites, destacando principalmente a países como Inglaterra, Francia, Alemania,
España, Italia y Rusia, en los que se ha incrementado paulatinamente las
actividades relacionadas con la cultura, la historia y el turismo, ampliando
así la capacidad de consumo de bienes y servicios culturales que a diferencia
de muchos países de Latinoamérica, debido a la creciente necesidad social no se
han desarrollo proyectos culturales en las diferentes instituciones públicas
(escasos). De otro lado, en el mundo anglosajón, desde la década de los 80 se
empezó a utilizar el concepto del arts management, y que consiste en la
aplicación de criterios empresariales y administrativos a la gestión de la
cultura, ya sea desde el ámbito público o privado. Estos criterios nacieron de
la relación que se estableció, ya desde la década de los 40, entre economía y
cultura y, posteriormente, desde la noción de que el Estado debe intervenir y
asegurar el acceso y derecho de las poblaciones a la cultura. Así, hablar de
eficacia y eficiencia también empezó a valer para la cultura y las artes y las
preocupaciones se centraron en la rentabilidad, la sostenibilidad de los
proyectos y la generación de empleo desde la cultura.
Argentina,
Brasil, Chile y Colombia, son los países latinoamericanos que desde las
instituciones públicas (regiones, gubernaturas, estados y municipalidades),
hace más de una década se viene fomentando la identidad cultural desde la
gestión de proyectos culturales, iniciándose indefectiblemente por la
institucionalización; creándose así dependencias, organismos, consejos y
programas para la planificación, gestión y desarrollo de éstos. La preocupación
de estos países es que “en el contexto de la mundialización, el aumento de las
migraciones y el crecimiento de las ciudades, los desafíos conexos de preservar
la identidad cultural y fomentar el diálogo intercultural adquieren una nueva
prominencia y se hacen más urgentes (…) donde las identidades-nacionales,
culturales, religiosas, étnicas, lingüísticas, sexuales y de otra índole está
adquiriendo cada vez más importancia para las personas y grupos que ven la
mundialización y el cambio cultural como una amenaza para sus creencias y modos
de vida (UNESCO, 2009, p. 07).
En este
sentido, Perú no es exento al mismo, sin embargo, la gestión de proyectos
culturales en las instituciones públicas no muestran grandes avances,
disipándose un inmenso patrimonio natural y cultural (material e inmaterial),
que puede convertirse en una actividad rentable. Aún se sigue considerando a la
“cultura como un lujo, un divertimento o una actividad a la cual se dedican los
que tienen tiempo y dinero ( …) esto no es cierto, ya que al estar la cultura
enraizada en el ser humano, debe ser considerada como una primera necesidad. El
ser humano se expresa culturalmente, incluso en momentos de precariedad, en los
que la supervivencia no está garantizada, y está constantemente creando
cultura: canciones, relatos, danzas” (Banús. 2014).
En este
sentido, Antoine (2005), menciona que “en el Perú podríamos encontrarnos en una
transición entre la etapa de la intuición y la exploración, superada hace más
de 10 años en países vecinos”. Por tanto, “la gestión cultural en nuestro país
aún no ha sido abordada con la mirada académica que requiere y el estado es
ineficiente en su gestión cultural. Así mismo existen gestores culturales que
se resisten a generar ganancias o a formar empresa, hablar de la rentabilidad
de la cultura es casi blasfemar en nuestro país y es concretamente en las
regiones, provincias y distritos, donde la realidad es más paupérrima. El
Estado y tampoco la empresa privada comprenden la necesidad de contar con
gestores culturales en sus planillas y a diferencia de otros países, no
contamos con una asociación de gestores culturales, ni se han generado espacios
de discusión sobre dicha temática. En realidad, resulta difícil explicar a los
demás a qué se dedica un gestor cultural” (INC, 2006. p.11).
Por su parte
el Ministerio de Cultura del Perú cuenta con 6 programas de estado, orientados
a la gestión y conservación del patrimonio cultural, sin embargo, a pesar de
los esfuerzos, no puede atender a la diversidad y riqueza cultural de 24
regiones, 196 provincias y 1854 distritos del territorio nacional.
En las
regiones, la mayoría de instituciones públicas no cuentan con gestores
culturales capaces de planificar, diseñar y gestionar proyectos a fin de
proteger, conservar, restaurar, investigar y difundir el patrimonio cultural y
natural de las comunidades. Por otro lado preocupa sobre manera que la sociedad
peruana sólo se ve motivada por una lógica puramente política, económica,
social o comunicativa, perdiendo así con el pasar de los años el valioso y
milenario pasado, que identifica y distingue a un pueblo como único, definido
alguna vez como el país de “todas la sangres. Todo parece indicar que el
peruano tiene más cariño y apego a otras culturas, tradiciones, formas de vida,
vestimentas, tendencias, etc., que por las nuestras y hasta ilógicamente
creemos que lo hecho en el extranjero es más bueno que lo hecho en el Perú,
denotando que tenemos una alicaída identidad cultural.
En nuestra
querida Bagua, con 74 años de creación política (1941), a la fecha no tenemos
una Biblioteca Municipal, un Museo, un Teatro, una Casa de la Cultura, un
Gimnasio Municipal, entre otras instituciones donde se preserve y difunda la
identidad cultural bagüina, hecho que desmerece la gestión cultural realizada
por los encargados de esta área en la municipalidad provincial de Bagua,
durante los diversos periodos y en el que se incluye las actuales autoridades,
pues a pesar de haber pasado 8 meses de iniciada su labor, no muestran indicios
de gestión cultural, más aún cuando existe legislación que avala y favorece el
desarrollo de la misma, como los Programas Presupuestales (PP N° 0132), el
Acuerdo Nacional al 2021(Política de Estado N° 03 y N° 12), Ley del Ministerio
de Cultura, Ley N° 29565 (Artículo 8°, funciones compartidas con los gobiernos
regionales y locales), Ley Orgánica de Municipalidades, Ley N° 27972
(Art. 82°, inciso 11, 12, 19 y 20) y otros más.
En este
sentido, si queremos que nuestras futuras generaciones conozcan el legado de
nuestros antecesores, sus raíces y sobre todo amen y difundan su cultura, en
las municipalidades distritales y provinciales, así como en los gobiernos
regionales se debe trabajar con un Plan de Gestión de Proyectos Culturales, ya
que es frecuente ver que en el sector cultural existen intervenciones a medias tintas
o mal ejecutadas, debido a la inexistencia de un proyecto que sostenga y
oriente las mismas, desaprovechándose así excelentes iniciativas, ideas y
oportunidades, las que de haber sido bien planeadas, sin duda habrían conducido
al logro de mejores resultados que los obtenidos sin este. En este
sentido hablar de gestión cultural es hablar de proyectos culturales, que según
Orlando & Ozollo (2005), “facilita procesos de desarrollo cultural.
Para llevar a cabo esos procesos se apela a distintas herramientas y
actividades que permiten llevar a cabo los objetivos propuestos: conservación
del patrimonio cultural, creación y/o edición de bienes culturales,
representación de obras culturales, difusión o promoción cultural” (p.08). Así
mismo las Unidades de Gestión Educativa Local-UGEL debe incorporar contenidos
básicos de los elementos que componen la identidad cultural (historia,
religiosidad popular, gastronomía, folclor, naturaleza y lengua) en el área de
ciencias sociales e historia, tanto en la educación básica, como alternativa y
superior, a fin de difundir el paso milenario, las costumbres tradicionales,
recursos naturales y el patrimonio material e inmaterial de esta provincia.
Además las municipalidades y diversos órganos de gobierno, deben
considerar a la cultura como un eje prioritario del desarrollo, fomentando
así la participación de la población en actividades culturales, la gestión de
proyectos que nacen desde la iniciativa ciudadana, es decir, trabajar con el
pasado para proyectar el futuro, ya que no hay desarrollo territorial, sin una
construcción histórica y una práctica cultural, basada en referentes
identitarios fundamentales para sus habitantes, con los cuales se sintetiza su
historia y su memoria.
Finalmente
debemos considerar que un pueblo sin cultura es un pueblo sin memoria y un
desarrollo sin cultura no es desarrollo sostenible. En este sentido, toda
creación del hombre, se origina en la cultura y las tradiciones, en lo genuino,
en la historia, en la religiosidad, el folclor, la gastronomía, la lengua y
naturaleza ancestral y presente de estos. Es en seste sentido que el
patrimonio, en todas sus formas, debe ser preservado, valorado y transmitido a
las futuras generaciones, como testimonio de la experiencia y de las
aspiraciones humanas, a fin de amar más y mejor nuestro pasado, enmendar los
errores y construir un futuro mejor.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS:
Alfons,
M. (2002-2003). Nuevas
competencias en la formación de gestores culturales ante el reto de la
internacionalización. España. En Pensar Iberoamérica. OEI, N° 2.
Antoine, C. (2005). Quince años de formación en gestión
y administración cultural en Chile. Santiago de Chile, Universidad Santo
Tomás.
Banús.
E. (2014). La Gestión
Cultural: Una profesión multifacética: El gestor cultural une desarrollo y
cultura. Piura – Perú. UDEP.
Bonet, L., Catañer X., Font
J. (Eds). (2009). Gestión de Proyectos Culturales, análisis de casos. Barcelona – España. (2a ed.). Ariel.
Chugna,
E. 2012. Nación Bagua.
Bagua-Perú. Boletin Cultural: Año I/Abril.
González,
I., & Ibáñez, V. (2006). Conservación de bienes culturales: teoría,
historia, principios y normas. España. (5a ed.). Ediciones: Cátedra.
Grimaldo,
M. (2006). Identidad y
Política Cultural en el Perú. Lima: USMP. Revista Liberatit, Nº 12
Guédez,
V., & Menéndez, C. (1994). Formación
en Gestión Cultural. Memorias del Encuentro Nacional Sobre Gestión
Cultural. Bogotá – Colombia. SECAB y Colcultura Editores.
Instituto Nacional de Cultura
– INC. (2006). Casos de
Gestión Cultural en el Perú. Perú. Editores: Universidad de Piura y OEI.
Molano,
O. (2006). La Identidad
Cultural: uno de los detonantes del desarrollo territorial. Chile.
Editorial: RIMISP.
Orlando, M. & Ozollo
F. (2005). Formulación de
Proyectos Culturales. Mendoza-Argentina.
Editores: Universidad Nacional de Cuyo y Gobierno de Mendoza.
Roselló,
D. (2013). Diseño y Gestión de
Proyectos Culturales. España. Ediciones Bilbo.
Scandroglio, J., López, S.,
Sebastián, C. (2008). La
Teoría de la Identidad Social: una síntesis crítica de sus fundamentos,
evidencias y controversias. España. UAM.
UNESCO. (2009). Informe Mundial: Invertir en la
Diversidad Cultural y el Diálogo Intercultural.
EE.UU.
Comentarios
Publicar un comentario
Todo tipo de comentario, incluido correciones.