VISITA AL PARAÍSO, LAS CATARATAS

Regresé a Chontalí el 02 noviembre del presente, para ver por primera vez la tumba de mi abuelito, encenderle unas ceritas como dicen por ahí, implorar mis suplicas de intercesión y hacer pequeñas oraciones. Nunca antes había llagado al cementerio del distrito de Chontalí y nos es porque no haya querido, sino que cuando era niño; vivía a casi tres horas de caminata, de grande;  por motivos de estudios y trabajo radiqué por más de siete años en Chiclayo, lo que dificultaba dicha visita.

Estando en dicho lugar se respiraba un ambiente afable y a la vez de mucha nostalgia, primero porque no puede conocer ni siquiera el rostro de mi abuelito (fallecido en abril de 1988, fecha en que ni siquiera nacía), segundo,  porque en este cementerio descansan los cuerpos tres buenos amigos, con los que alguna vez estudié, jugué, caminé, reí y hasta peleé, pero en menos de dos años el señor los ha llevado para tenerlos en su gloria (2012-2013) y ahora solo nos queda implorar suplicas y esperar nuestra hora, que puede ser hoy o tal vez mañana.

De regreso a la capital del distrito, me reuní con mi amiga Cindy Díaz para ultimar detalles sobre el II Encuentro Bio-Cultural Chontalí 2013 que se desarrollará el 17 de este mes, el cual lo venimos organizando a través de ADICH (Asociación para el Desarrollo Integral de Chontalí), terminada la tertulia Cindy me invitó a unirme al equipo que visitarían las Cataratas de “El Paraíso”, programado para el día domingo 03 del presente, a la cual sin reparo alguno acepte la invitación, dándole mayor prioridad inclusive que hasta mi propia familia y amigos a los que hace mucho tiempo no había visto, sumándose a ello la falta de preparación y el cansancio propio del viaje.

Partimos en stashon bago a las 9:10 a.m. desde la capital del distrito de Chontalí con dirección al C.P. de Tabacal (45 minutos aproximadamente); pasando por Palo  Blanco, de este nos dirigimos cuesta arriba con dirección al caserío de Calabozo en un recorrido promedio de 30 a 40 minutos y de este continuamos unos 20 minutos aproximadamente hasta llegar al Caserío “El Paraíso” (tiempos estimados para movilidad), todos ellos pertenecientes a la jurisdicción del C.P. de Tabacal, distrito de Chontalí ( a excepción de Palo Blanco).
Estando en el Caserío “El Paraíso” se emprendió la caminata en dirección noreste. Existe camino de a pie y de fácil recorrido por un tiempo de 30 minutos aprox., el resto del trayecto se vuelve estrepitoso y escarposo, debido a que se recorre por debajo de la montaña (no hay camino afirmado), rifando con bejucos, garagaras, palos caídos, espinas, el peso de la comida, el agotamiento de las piernas y demás obstáculos lo convierten en una experiencia única.

Cada paso que damos, cada respiro y cada gota de sudor que derramamos, convierte a este viaje en una verdadera aventura, conforme desgastamos y recargamos energía (ya sea con el chane, agua y otro tipo de bebidas), lo minutos pasan y se hacen horas, habiendo transcurrido ya una hora con treinta minutos de dura caminata. Parece que el trayecto se hace da vez más corto y  nuestro aliento recobra fuerza, sobre todo por el sonido cada vez más cercano y fuerte de la quebrada, la humedad del bosque, el canto de los pájaros que hacen presumir lo dicho por nuestros guías:  “vamos, caminen!, ya falta poquito pa´ llegar!”, yo también alentaba a mis compañeros, pero recordaba también que cuando local dice tales freses y si de tiempo o distancias se tratan, es porque en realidad es lo contrario o el doble de lo expresado, sin embargo por el sonido de lo ya contado hizo que los aventureros alargaran el paso y al cambo de 20 a 30 minutos aproximadamente se cumplió lo dicho por nuestros guías, pues nos encontrábamos en los pies de la primera de tres cataratas de “El Paraíso”.

Al ver la catarata, la sorpresa fue tanta que me quedé inmóvil. Ahora entiendo que fue por dos razones, la primera, debido al cansancio de la caminata y demás obstáculos ya descritos (2 horas con 15 minutos aprox. de caminata) y la otra es porque quedé maravillado, al igual que mis demás compañeros y porque no he de estarlo, pues estaba a los pies de una catarata de 100 metros de alto aproximadamente, bañado por la brisa del agua movida por el viento, el sonido de la caída del agua y todo era en realidad como estar en el paraíso, que por cierto fue un sueño hecho realidad  y valió la pena sacrificar mi domingo, la familia y amistades, porque lo pasé de maravilla.

Habiéndome atenuado mi estado atónito, comencé a tomar fotos por aquí, fotos por allá, me volví el loco fotógrafo, buscaba diferentes escenarios, perspectivas, enfoques y demás técnicas de las que poco conozco, pero si reconozco que estaba extasiado por su belleza, pues no hay nada más gratificante y placentero que la naturaleza. Cabe precisar que por razones de tiempo solo pudimos observar una de las tres cataratas que se forman de la misma quebrada, el tiempo descrito es para llegar a la tercera catarata haciendo el conteo desde el sur y la primera haciendo el conteo desde el norte.

Finalmente, para resumir la visita al caserío El Paraíso,  solo tengo tres palabras: ¡una experiencia inolvidable! Si quieres vivir una como la descrita, no dudes en seguir la ruta ya descrita, que la naturaleza y las cataratas “El Paraíso” te esperan.
Artículo Publicado en Diario Ahora Jaén el 10/11/2013

Comentarios

  1. Aun recuerdo cuando solo se menciono el titulo en aula de clases, y hoy en día observo y analizo la realidad, congratulations MARIO CAMPOS

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