Realidad Cultural de Nuestros Adolescentes y Jóvenes
Los escolares de
hoy saben y prestan más atención al fútbol, la música y cantantes modernos,
películas (como Harry Potter, la Saga de Crepúsculo, La Hera del Hielo, etc.)
programa y personajes de la tv (esto es guerra, al fondo hay sitio, el
wachiman, telenovelas, Magaly tv y personajes de la farándula), pero en su
mayoría desconocen la literatura, la gastronomía, la historia, la geografía, la
economía, los atractivos turísticos de su región y menos del Perú y el mundo,
realidad que se ve en el exiguo interés que muestran sobre ellos. Por otro
lado, los adolescentes de hoy pasan más tiempo en las redes sociales (chateando
en el Facebook, MSN, Myspace, Skaipe, etc), que haciendo sus tareas del
colegio, leyendo alguna novela, investigando algún tema, produciendo, leyendo
noticas o conversando con sus padres, dejando estas (tan importantes para la
vida) a un segundo plano.
En este
sentido, en un artículo de la revista “Hildebrandt en sus Trece” (2011), unos 44
estudiantes de escuelas públicas y privadas de Lima, entre los 13 y 17
años, fueron encuestados en torno a temas básicos de literatura. Sólo una
alumna pudo contestar las preguntas básicas, mientras que otros sólo atinaban a
expresar: “¿Cómo vas a preguntar sobre literatura en el Melitón Carbajal?”,
dijo un joven al semanario al preguntársele cuál de las ‘Tradiciones Peruanas’
de Ricardo Palma te gustó más. “No sé nada de literatura. Ni
siquiera sé quién escribió eso. ¡Ah, Ricardo Palma!, claro, lo acabas de decir”,
contestó un alumno del San José de Cluny, en San Isidro.
No solo los escolares presentan tales resultados, los jóvenes
universitarios, no están exentos de los mismos. En tal sentido el programa de
televisión “Al Sexto Día”[1] realizó una encuesta básica de Cultura General a estudiantes de universidades
públicas y privadas de Lima, teniendo como resultado una triste antología en
sus respuestas, ya que en su mayoría no reconocía la imagen de nuestro Premio
Nobel de Literatura 2010, menos al escritor de los Heraldos Negros, a su vez
desconocían siglas tan populares como BCR, RENIC, SUNAT, TBC, PBI, IGV, AFP,
ONPE, ONG, ONU, OEA. En cuanto a la ubicación en el espacio y en el tiempo, no
conocía las hazañas de Francisco Bolognesi, Miguel Grau, el año de nuestra
independencia, la guerra con chile y tampoco el numero de departamentos y menos
la población total de nuestro país, fechas que deben estar marcadas con tinta
indeleble en la mente de todos los peruanos.
Actualmente poco interés concitan en los adolescentes y jóvenes eventos
culturales, y están relegados de la cultura, la historia, el arte, la
literatura, como si no perteneciéramos a ellas y ellas fueran parte de
nosotros, más atención prestan a la moda, las tendencias y corrientes
anglosajonas, y es ahí donde se está perdiendo la identidad de los pueblos,
porque a las autoridades tampoco les atrae el tema o porque no tienen un nivel
cultural y menos están preparados, sumándose a ello la inexistencia de espacios
públicos donde se fomente la identidad. En esta perspectiva el Informe Mundial
de la UNESCO (2010)[2], expresa
que “en el contexto de la mundialización, el aumento de las
migraciones y el crecimiento de las ciudades, los desafíos conexos de preservar
la identidad cultural y fomentar el diálogo intercultural adquieren una nueva
prominencia y se hacen más urgentes” (...) “las identidades-nacionales,
culturales, religiosas, étnicas, lingüísticas, sexuales y de otra índole está
adquiriendo cada vez más importancia para las personas y grupos que ven la
mundialización y el cambio cultural como una amenaza para sus creencias y modos
de vida”. La
cita es muy clara y objetiva al advertir la problemática mundial que enfrenta
el tema de la identidad cultural, en la que estamos inmersos los distintos
actores sociales, entre ellos la educación, ya es en las instituciones
educativas donde se fomenta, consolidad y hasta se podría decir donde inicia la
construcción de este proceso. Hoy en día preservar la identidad cultural, es
cada vez más difícil, y demanda un esfuerzo prolongado, peor aún si nos
referimos concretamente a una identidad local o regional.
La solución es sencilla y la formula no es mágica, los adolescentes en
vez de estar horas tras horas en la red, deben leer un libro, una novela,
producir, escribir; más no plagiar o copiar lo mismo que está en la red. Las
instituciones educativas y los maestros no sólo de deben preocuparse por
reproducir conocimientos a sus alumnos, sino a construir y es ahí donde
construiremos conocimientos, cultura, arte, historia e identidad. Los
adolescente tienen que preocuparse por conocer más nuestro pasado, literatura,
etc., no solo para un examen o para aprobar una asignatura sino para enrumbar
el destino cultural de nuestra región y el futuro de nuestro país.
Citas:
[1] Al Sexto
Día. 2011. Cultura General.
Panamericana Tv.
16 – 04-2011
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