LA PIEDRA DE LOS 32 POCITOS
La
tradición oral y popular debe compilarse, confrontase y difundirse al igual que
todas aquellas muestras y manifestaciones culturales de nuestros pueblos, pues
son estas las que de una u otra forma evidencian aquellos hábitos, costumbres,
religiosidad y folclor practicados por nuestros antepasados desde hace siglos,
las mismas que fueron en bien de sus familias, las nuestras y porqué no de las
futuras generaciones, pues aún algunas de estas perduran y siguen siendo
practicadas por los locales. Es desde esta óptica y con el mismo fin, nos
dirigimos al distrito de Chontalí donde encontramos “La Piedra de los 32
Pocitos”, que para muchos no tiene más significado que cualquier otra piedra,
pero valdría preguntarnos ¿Cómo se formaron estos pocitos?, ¿Para qué se
utilizó?, ¿Para qué se utilizó (a) el agua de los pocitos?, siendo preguntas
que trataremos de dar respuesta en esta escueta nota.
Por otro lado la existencia de estos pocitos, según estudios, además de lo ya descrito, se considera como un “culto al agua”, tal como afirma Ulises Gamonal “Indicaría que eran piedras especialmente preparadas para rendir culto al agua o las lluvias”, lo cual respaldamos y coincidimos, más aún porque se ubica cerca a la quebrada Chontalí y la catara La Chorrera, tal como otra piedra de siete pocitos que se ubica en la misma dirección, más al oeste a unos 30 minutos de caminata, la cual también se ubica cerca de una pequeña quebrada. Además de ello hay también otras piedras de pocitos en el centro poblado de Tabacal y el Caserío Hualatán que están cerca del agua. Lo cual se reafirma con algunos testimonios antiguos, los que referían que en tiempos de sequía, se recurría a la misma con ofrendas, reverencias y se llenaba de agua los pocitos, para que las lluvias se hicieran presentes en el distrito.
En
la actualidad son los médicos curanderos y la medicina tradicional la que hace
uso del agua que se aloja en los pocitos, para lo cual se recoge el agua de
siete pocitos o tinajas como lo llama y utilizándose para curar la pena, el
espanto, problemas del corazón y demás enfermedades que por su trabajo no nos
han referido, pues la curación implica el solo hecho de beber el agua de las 7
tinajas.
Para terminar hacemos un llamado al DIRCETUR Jaén, Dirección Regional de Cultura, Municipalidad Provincial de Jaén, Municipalidad Distrital de Chontalí y autoridades competentes la custodia de este majestuoso emblema que evidencia el pasado maravilloso de Chontalí y por ende de nuestros pueblos y la Región del Marañón.
Para terminar hacemos un llamado al DIRCETUR Jaén, Dirección Regional de Cultura, Municipalidad Provincial de Jaén, Municipalidad Distrital de Chontalí y autoridades competentes la custodia de este majestuoso emblema que evidencia el pasado maravilloso de Chontalí y por ende de nuestros pueblos y la Región del Marañón.
Articulo publicado en el Diario ahora Jaén, el 29-08-2014
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